La jornada intensiva y las "necesidades" del cliente


Un año más, la jornada intensiva en Everis Centers Sevilla parece una utopía. El calendario laboral presentado por la empresa a principios de año, se convierte en papel mojado, y volvemos a las ya conocidas "necesidades" del cliente. Unas necesidades que se intentan imponer a los trabajadores como suyas, como si trabajáramos para el cliente, y no para Everis.

Lo más sangrante del asunto, es que, como hemos podido comprobar un año más, esas necesidades que nos intentan imponer, no lo son

Este año, después de discusiones acerca de la distribución de las guardias en el proyecto de Repsol, de las objeciones a modificar el horario de guardias para adaptarlo a las peticiones de los trabajadores, y de remover cielo y tierra para cuadrarlo todo, el propio cliente comunica que no

son necesarias, poniendo de manifiesto una enorme contradicción. ¿Cómo pretenden justificar unas necesidades, tan importantes como para perjudicar a un grupo de trabajadores y privarlos de la jornada intensiva, con actuaciones como esta? ¿Realmente era necesario modificar la
jornada laboral de nuestros compañeros? ¿O quizás era, simplemente, un "Sí a todo" respecto al cliente?



Caso parecido es el del proyecto EPO, que después de varios intercambios de información entre empresa, trabajadores y comité, sin seguir los pasos adecuados, e intentando privar de la jornada intensiva a un grupo de trabajadores, a última hora se decide que no se va a aplicar ningún cambio de horario, porque podría no ajustarse a las necesidades del cliente.

Así que de nuevo, una vez más, la empresa pretende que las necesidades del cliente, que queda más que demostrado que no son tan necesarias, se conviertan en necesidades de los trabajadores, cómo si el contrato que firmamos con Everis estuviera supeditado al capricho de cualquier cliente, o como si los derechos de los trabajadores importaran menos que las peticiones que se les ocurra a cualquier cliente, por muy disparatadas, o innecesarias, que estas sean.

Desde la candidatura de Proyecto Motocicleta, queremos manifestar nuestra repulsa a esta práctica de modificación horaria que desprecia totalmente las necesidades y la vida privada de los trabajadores, manejando a su antojo sus horarios y anteponiendo siempre los caprichos de los clientes.

"La jornada intensiva de verano es un derecho, no un privilegio. Y ya está bien de jugar con nuestros derechos"

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